Violencia en el sur de México genera inédita ola de migración inversa hacia Guatemala

México se encuentra en medio de una crisis migratoria sin precedentes, marcada por un flujo récord de migrantes irregulares y un fenómeno inédito de migración inversa hacia Guatemala. Según datos del Instituto Nacional de Migración (INM), en los primeros cinco meses de 2024 se detectaron casi 1.4 millones de «personas en situación migratoria irregular» provenientes de 77 países.
El Dr. Javier Oliva Posada, experto en Ciencia Política de la UNAM, califica este flujo migratorio hacia Guatemala como «algo inédito», señalando que es un «flujo migratorio forzado por la violencia que no se había dado en décadas recientes en la historia de las relaciones fronterizas México-Guatemala.»
Entre los migrantes detectados, Venezuela lidera con 377,401 personas, seguido por Guatemala, Honduras, Ecuador y Haití. Preocupantemente, 2,992 de estos migrantes son niños no acompañados.
Sin embargo, algo que llamó la atención, ya que nunca se había visto, es una ola de centenares de migrantes originarios de Chiapas que cruzaron hacía Guatemala huyendo de la violencia generada por los carteles del crimen organizado que controlan esa zona del país.
Oliva Posada critica duramente la respuesta de las autoridades, señalando «la ineptitud del gobierno Estatal y de los municipales» como principales responsables de permitir que esta problemática crezca de manera incontrolable. Sugiere que en algunos casos podría haber «negligencia o hasta corrupción».
A pesar del despliegue de fuerzas federales, incluyendo la SEDENA, para ayudar a las familias desplazadas, la situación continúa empeorando. Oliva Posada enfatiza que la responsabilidad primaria recae en las autoridades locales, que son las que poseen la información crucial sobre los grupos criminales.
Esta crisis coloca a México en una lista internacional poco envidiable de países con migración forzada por violencia. Oliva Posada subraya que el tráfico de personas se ha convertido en el delito más lucrativo a nivel mundial en los últimos cuatro años, superando al tráfico de drogas.
La situación plantea serios desafíos para México, tanto a nivel interno como en su posición internacional, y requiere una respuesta urgente y coordinada de todos los niveles de gobierno para abordar las causas fundamentales de esta crisis migratoria sin precedentes.