Huracán Otis deja al menos 27 personas sin vida y desaparecidos en Acapulco

El poderoso huracán Otis dejó un rastro de destrucción en la ciudad de Acapulco, Guerrero, cobrando la vida de al menos 27 personas y dejando cuatro desaparecidos. Con vientos huracanados de categoría 5 que alcanzaron los 260 km/h y ráfagas de hasta 315 km/h, Otis se convirtió en uno de los huracanes más fuertes en azotar la costa del Pacífico mexicano.
La devastación causada por este fenómeno natural, fue confirmada por la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Rosa Icela Rodríguez, durante una conferencia de prensa matutina presidencial. El impacto no solo se sintió en la pérdida de vidas, sino también en la infraestructura de la ciudad: aproximadamente el 80% de los hoteles de Acapulco sufrió daños, y la red de alerta sísmica resultó severamente afectada, lo que tiene implicaciones tanto para Acapulco como para la Ciudad de México.
El presidente Andrés Manuel López Obrador describió la tormenta como inesperada y excepcional, debido a su rápida intensificación y su impacto en una región altamente poblada y urbanizada. Las comunicaciones se perdieron por completo en la región durante un período de 15 minutos, lo que dificultó la respuesta de emergencia.
Las consecuencias del huracán Otis son profundamente impactantes, con redes de telefonía, internet y suministro eléctrico dañadas, y hospitales públicos afectados, lo que llevó a la evacuación de unos 600 pacientes. La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, estimó que el 80% de los hoteles de Acapulco sufrieron daños, y el restablecimiento de la electricidad y el agua potable sigue siendo un desafío.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) desplegó a más de 1,300 empleados para restaurar el suministro eléctrico, mientras que el ejército, la marina y la Guardia Nacional se encuentran en acción. Más de 500 refugios se han habilitado para la población local.
Los huracanes afectan a México cada año, pero pocos tocan tierra como un huracán de categoría 5. Otis es un sombrío recordatorio de la capacidad destructiva de la naturaleza, y la reconstrucción requerirá tiempo y recursos significativos.