La IA y su alcance en las aulas: Otra mirada al desafío de la IA en la educación

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La IA y su alcance en las aulas: Otra mirada al desafío de la IA en la educación
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Por: JAVIER M. CHÁVEZ.

En charla de café con un buen amigo con el que compartimos el gusto por dar clases, principalmente en posgrado, me expresó su desánimo y frustración al no encontrar todavía la forma de que sus alumnos elaboren sus trabajos utilizando un mínimo de creatividad, originalidad y talento, y que, además, muestre lo que realmente están aprendiendo del curso. La causa… sí, la famosa Inteligencia Artificial.

Recuerdo que en la universidad uno de los temas favoritos era sobre Alan Turing, su máquina y su célebre test o prueba de Turing, donde ya se planteaba si las máquinas podían pensar o al menos simular el pensamiento del ser humano. Es decir, la Inteligencia Artificial no es un tema nuevo: desde mediados de los años cincuenta del siglo pasado se estudia y se difunde.

En México, a mediados de los noventas también del siglo pasado, conocí al Dr. Adolfo Guzmán Arenas, una autoridad en estos temas del Instituto Politécnico Nacional, autor de libros como “Inteligencia Artificial: un enfoque moderno” (1988, varios tomos). Recuerdo que nos platicaba de su participación con máquinas de inferencia y sistemas expertos en los Estados Unidos de América; y para que los más ignorantes -como su servidor- entendiéramos, explicaba que todo el día y la noche alimentaban con datos la máquina y que, como resultado, podría responder algunas incoherencias como que un día iba a llover abajo para arriba. En fin, temas verdaderamente interesantes.

Este mismo relato se lo compartí a mi amigo con la intención de que comprendiera que, en realidad, la IA no es un fenómeno reciente, y que desde la llegada de internet, los navegadores y los buscadores ya convivimos con ella cotidianamente.

Por ello, desde mi óptica, el reto para los que damos clase y nos enfrentamos al uso de los distintos agentes de inteligencia artificial, que son comúnmente consultados por los estudiantes, ya no es lograr que el proceso de investigación y elaboración del trabajo es correcto o no, o si cumple con el contenido y análisis solicitado. Vaya, ni siquiera las conclusiones.

Ahora el reto es analizar cómo fue que la persona estudiante llegó a consolidar su trabajo. Es decir, ya no basta con solicitar la tarea o trabajo final. En esta nueva visión, es necesario pedir que la persona incluya los textos originales que muestren de qué manera elaboró las instrucciones o mensajes al agente, cómo se le dio el contexto, qué rol se definió para interactuar, con qué sentimientos, desde qué enfoque, cómo se plantearon distintos escenarios, qué gráficos se obtuvieron, cuáles son las posturas de la persona desde su rol, qué intenta demostrar… y muchos más cuestionamientos o mensajes que deriven de las respuestas parciales  que el agente le vaya arrojando.

En este esquema, tengo la certeza de que el conocimiento generará nuevo conocimiento en la persona. Si lo hace mal, su trabajo final será de apenas unos cuántos párrafos discretos. Pero, si lo hace bien, le generará entusiasmo y seguramente le dedicará muchas horas para elaborar buenos aportes y conclusiones.

Convivir con este tipo de tecnología disponible para, prácticamente, todo el mundo, es inevitable. Adaptarse a estas nuevas formas de adquisición de conocimiento es necesario cuando son utilizadas de con ética y conciencia. No es tecnología para crear un mundo de ignorantes cercano al cero esfuerzo. Sin embargo, compartir ideas sobre cómo utilizarlas será siempre mejor que evitar su uso.

Para concluir les comparto una pregunta que me hizo ayer una amiga sobre el tema: ¿Cuál es el futuro de  esto? ¿va a parar, cuándo lo hará?. Yo creo que la respuesta la dan algunos agentes con la advertencia: … puede cometer errores. Comprueba la información importante. … ¿Cuándo vi esto antes? El tiempo lo dirá.


Javier Mario Chávez Gutiérrez es licenciado en Sistemas de Computación Administrativa, maestro en Administración con especialidad en Comercialización Estratégica, cuenta con estudios de doctorado en Políticas Públicas. Con más de 30 años de experiencia en TIC, ha trabajado en instituciones públicas como CFE, diversas secretarías federales, la PGJCDMX, y el Ayuntamiento de Naucalpan, así como en el sector privado en Grupo CIE. Tiene certificaciones del BID en Liderazgo y en Gestión de Proyectos de Desarrollo, fue coordinador del PREP en el INE para las elecciones de 2024. Es profesor de posgrado en la UNITEC.
javier.chavezg.oficial@gmail.com

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